Las líneas navieras están aumentando constantemente los cargos ocultos y reduciendo el número de embarcaciones.
Lo más inquietante es que ahora es muy común descargar un contenedor y colocarlo en el siguiente barco, así como cambiar el horario con un retraso en la llegada.
Además, hay escasez de contenedores, lo que nos obliga a retrasar los envíos.
Finalmente, con la Epidemia, las aerolíneas han reducido drásticamente el número de vuelos y las tarifas son inestables / caras, con un tiempo de espera más largo.